- Sewa Tomteme
La pitaya mágica tercera parte
Cuando Vibirita estaba cerca de la pitaya mágica se enredó entre unas ramas y estas provocaron que cayera un tronco encima de ella, Vibirita quedó atrapada y gritaba
-¡Aupppsilio, aupxiliooo!, ¡sssss, ssss…!
La tarde comenzaba a caer y el enorme sol rojizo del desierto comenzaba a despedirse del día.
En eso, un niño que pasaba por allí vio a Vibirita atrapada y no dudó en ayudarla. Cuando esta quedó libre, el niño le preguntó:
-¿Qué haces por aquí?
-Primero que nada muchas gracias por liberarme, estoy buscando una pitaya mágica y me dijeron que estaba por aquí cerca.
El niño comenzó a carcajearse mientras Vibirita lo miraba con extrañeza.
Mira- le dijo el niño a Vibirita- , aquí en mi pueblo, nosotros le llamamos “Pitaya mágica” a la amistad. Hacer buenos amigos nos da muchas satisfacciones y cierto es que es tan grato como probar este gran alimento del desierto que es la pitaya, convivir y ayudarse es el renacer constante de una gran amistad y allí está uno de los grandes secretos de la felicidad.
Vibirita vio que se ponía el sol y le dijo al niño inmediatamente y presurosa:
-Ayúdame a salvar una pitaya mágica!
Vibirita y el niño, fueron al pozo donde estaba Ili Kowi y en labor de equipo lograron rescatarlo. Desde ese día los 3 se convirtieron en grandes amigos, habían encontrado “La Pitaya mágica”
